25 feb 2008

Volcán San José 2 X 2. (5.862 m.s.n.m.).

Luego del Cerro El Plomo y de la favorable experiencia vivida en los cuatro días de ascensión, se veía como lógico el intentar algo de una envergadura algo superior, y la montaña elegida esta vez fue el gran volcán San José, ubicado al final del Cajón del Maipo, y considerado también todo un clásico en el ambiente montañero nacional e internacional, por cuando es utilizado como cerro de aclimatación para muchos cuyo objetivo cercano es el Monte Aconcagua en Argentina.
Casi un mes de preparativos logísticos, afinando detalles, comprando alguna cosita faltante de equipo y mentalizando esta nueva gran cumbre fueron el preludio a esta aventura realmente agotadora y fascinante. Ya a una semana y media de la fecha programada -26 al 30 de enero- y con la idea completamente clara de lo que se haría, llega la hora de las compras de mercadería y del armado de mochilas, lo cual terminamos aceleradamente el día previo a la salida, sábado 26, viajando tempranísimo hasta Santiago directo a abordar el furgón de Turismontaña que nos llevaría hasta el sector de Baños Morales y luego al Cabrerío, punto de inicio de la travesía, y hasta donde llegamos a las 12:30 del día junto a un nutrido grupo de montañistas de diversos lugares. Primeramente, y dado que ya habíamos tenido contacto con ellos a través de e-mails y del portal Tricúspide, un grupito proveniente de Talca, compuesto por Felipe González y Paula Salgado, ambos participantes de la expedición al Co. Tórtolas del CAR el año recién pasado, y en la cual Felipe logró la cumbre junto a Raúl Valderrama. Con ellos, Gonzalo y Mauricio, dos excelentes compañeros a quienes conocimos en la montaña en el departir diario de los campamentos. También dos santiaguinos: Luis Sánchez y Miguel, el primero de los cuales participó en la expedición Upame 2007 y quien nos habló de inmediato de Anita Aliaga y Raúl Valderrama, a quienes había conocido con motivo de tal evento. Juntos pero no revueltos, iniciamos el camino hasta el Refugio Plantat con amenazantes nubes sobre nuestras cabezas, las cuales no tardaron en descargar su fiero aguacero, obligándonos a redoblar el paso hasta nuestro primer punto de llegada, en el cual ya se había guarecido un nutrido grupo de personas.Nosotros dos -Cristina y Rodrigo, más los cuatro amigos de Talca, dos de Santiago y alrededor de 7 u 8 más que fueron llegando conforme pasaba el rato, llenamos el reducido espacio interior del refugio, tanto cocinando como secando ropa con nuestros anafres y seguir así en buenas condiciones la travesía. Cristina en un rincón con paciencia seca sus prendas y las mías, mientras yo cocino para ambos -apretujado entre otros cocineros y quienes, de pie, conversan animadamente en un ambiente de gran camaradería en el que nos sentimos muy cómodos. Ya cayendo la tarde, a las 19:00 horas aproximadamente, se despeja nuevamente el cielo y podemos observar el majestuoso volcán que nos espera, y del cual recibimos noticias por radio respecto de nevadas suaves por sobre el sector Las Lajas. Conversa hasta tarde y luego acomodarse lo mejor que pudimos los 14 que finalmente nos quedamos allí, durmiendo unos en literas, otros en el suelo, otros sobre las bancas (que resultaron muy cómodas parece).

Día siguiente salida a media mañana, relajados, pasando por sobre la nieve recién caída a un muy buen ritmo, con detenciones constantes para ir esperándonos. Bajando ya, los amigos que por radio nos informaban de las condiciones de cerro el día anterior, compañeros de un expedicionario que pernoctó con nosotros en Plantat -Sir Balthus, o Jorge Cortés- famoso forero de Tricúspide y amigo "virtual" hasta ese momento, en que le conocimos personalmente. Llegamos a muy buena hora al lugar de C1, a 4100 msnm, en donde proseguimos las largas conversaciones mientras cocinábamos y afinábamos detalles de lo que se iba configurando ya como una estrategia común para intentar la cumbre en 48 horas más. Hermoso atardecer con preciosas vistas de la montaña y de las fumarolas que el volcán expele a ciertas horas en su parte alta. Dormir, para supuestamente levantarnos a las 04 AM para el traslado hacia el C2, Campamento Alto, a 4800 msnm.).El Día de Campo Alto fue completamente atípico en estas condiciones de Alta Montaña, pues la programada levantada de madrugada no fue tal, sino a mediodía!!! Algunos levantados a las 04 AM, por supuesto, pero no todos se encontraban en condiciones, por lo que se fue posponiendo el asunto hasta que finalmente todos nos levantamos, o re-levantamos, al unísomo, a las 11 AM, tomando un potente desayuno bien rápido y marchando hacia nuestro anhelado C2 a las 12 del día. El pronóstico del tiempo que manejábamos auguraba nevadas a partir de las 17 horas, así es que el objetivo primordial era llegar a destino antes de esa hora, y así lo hicimos, con los primeros copos que empezaban a caer con precisión en el momento previsto. Junto a nosotros, un par de canadienses con muy buen ritmo que rápidamente nos pasaron y llegaron a acomodarse en las alturas, y con quienes tuvimos gratos momentos de conversa en un español/francés bien mula. Y ahora sí que sí, todos absolutamente de acuerdo que la levantada no podía ser a la humorística hora de este día, sino que militarmente, todos al pie del cañón a las 03 AM para ir saliendo a cumbre a las 04 AM, pues se anunciaba tormenta o algo parecido para media mañana, razón por la cual deberíamos hacer la cumbre muy rápido, sobre todo en la bajada.

Y llegó el gran día. Sin problemas nos levantamos, sabiendo que los días de esfuerzo estaban ya a punto de coronarse con este clásico de los Andes Centrales. Nuestro mejor ánimo, lento, sí, a estas alturas qué más se puede pedir, pero completamente dispuestos, y con las linternas frontales dándonos certeza de la huella que comenzábamos a pisar, y que nos llevaría lentamente, pero seguros, a nuestro soñado punto más alto de la montaña.).Un largo caminar por acarreo con buen sendero y el cruce glaciar -previo al cual el ponernos los crampones resultó demasiado largo, latoso y frío- para acometer al portezuelo, cubierto de nieve polvo, en donde pudimos disfrutar del sol por instantes. Muchos instantes, pues incontables paradas fueron el medio para hacer acopio de fuerzas y oxígeno en esta una de las mayores altitudes alcanzadas por nosotros por lo menos (los demás, en especial Felipe y Paula, ya tienen seismiles a su haber), así es que de esta forma nos encaminamos hacia la marcada huella conducente al borde del cráter, sintiendo prontamente las emanaciones de azufre que nos recordaron la geología tan particular del lugar que pisábamos. La vista de las montañas cercanas se hace cada vez más impresionante, sobre todo el hecho de mirarlas hacia abajo, salvo el imponente Cerro Marmolejo -6108 msnm-, el cual realmente sorprende y maravilla por su gran cuerpo glaciado hacia el lado argentino, con nubes inmensas que amenzaban precipitarse sobre nosotros mientras se arremolinaban en la cara este del gran macizo. Ya al borde del cráter, dejar las mochilas, juntar más fuerzas y marchar raudos hacia la cumbre sur-oriental, o Cumbre Internacional de 5856 msnm (fuente Andeshandbook), objetivo a alcanzar. Mucho viento, y nuestras voces que no se oían casi, y caminar tan rápido como pudimos mientras nubes se acercaban y los cúmulos tras el Marmolejo seguían con su danza veloz. Mientras, nuestros amigos talquinos bajaban ya la llamada Cumbre Chilena, algo más baja y más cercana al sendero, y se disponían a volver al campamento. Luis Sánchez, Cristina Sepúlveda y Rodrigo Aliaga -finalmente triunfadores de este desafío, parados en la hermosa cumbre y observando atónitos el interior del imenso cráter glaciado, sacando fotos rápidamente y recogiendo piedritas de recuerdo para nuestros amigos más queridos allá lejos en Rancagua.Un regreso todo lo rápido que se pudo también, con un cruce glaciar ahora completamente cubierto de nubes, pero que sin embargo sorteamos sin mayor riesgo por lo marcada que a estas alturas tenían la huella nuestros amigos que ya habían bajado. Los canadienses lograron la cumbre muy rápido, cabe mencionar, lo cual sin embargo les pasó la cuenta al llegar al campamento, pues cayeron completamente agotados a su carpa a sólo dormir y comer muy tarde. Ya eran las 17 horas cuando arribamos nosotros, agotados, sólo deseando una reparadora comida y dormir, dormir, dormir.
Pero felices, por la gran cumbre alcanzada. Ya al otro día nos tocaba una maratónica jornada de descenso, el cual hicimos desde el mismo C2 a partir de las 08 AM, siempre por los neveros y entre los penitentes -estos últimos muy separados entre sí, lo cual nos facilitó en gran medida el avance- hasta llegar a Plantat con poquitas detenciones, sólo a recoger las cosas dejadas allí, comer algo, seguir hidratándonos y correr rumbo a Baños Morales, pues a las 18:00 horas teníamos micro a Santiago, y debíamos tomarla, lo cual no logramos por más que nos destrozamos los pies cerro abajo y luego por el interminable camino de la Cuesta de los Afligidos (realmente merece su nombre), hasta el pueblo. Finalmente, y luego de separarnos de nuestro compañero circunstancial de cordada Luis Sánchez, en la parte trasera de una camioneta recorrimos el camino polvoriento hasta San José de Maipo, y de allí, con unas reponedoras bebidas express en el cuerpo, en micro hasta Puente Alto, luego metro (mil estaciones), bus y ya en casa!!! a las 12 y media de la noche .... comer, harto .... un baño, largo, y descansar, dormir infinitas horas, luego de los 5 intensos días vividos en pos de alcanzar una cumbre que nos pareció mucho más grande y mucho más difícil y sorprendente de lo que habíamos imaginado jamás.

Conocimos en el Cerro: Sir Balthus -o Jorge Cortés, forero destacado de Tricúspide y también propietario de un intersante fotolog, junto a tres compañeros, provenientes todos ellos de Chillán.

-Luis Sánchez y Miguel, dos entrañables amigos de Santiago. Lamentablemente Miguel no logró la cumbre, debiendo bajar desde el C1 por problemas de aclimatación. Luis cumplió el objetivo junto a nosotros, también regresando juntos. Hemos seguido en contacto por chat y telefónicamente. Gran persona, excelente compañero en la montaña.

-Felipe González y Paula Salgado: conocidos ya del CAR por su participación en la expedición Co. Tórtolas 2007, lograron la Cumbre Chilena y compartimos todos los campamentos, muchas conversaciones y relatos de aventuras. Hemos seguido en contacto por e-mail.

-Muchos otros, tanto con club como del DAV y algún club universitario ,,, algunos extranjeros también. Un saludo a todos y el reconocimiento al esfuerzo realizado, junto a la gratitud por buenos momentos vividos junto a ellos.

Este relato lleva el nombre "San José 2 x 2" haciendo referencia también a la ascensión protagonizada por Raúl Valderrama y Marcelo Salfate exactamente una semana antes a la descrita en este texto, y en la cual lograron la "Cumbre Chilena" en condiciones de tiempo mucho más difíciles que nosotros. Vaya todo el reconocimiento a estos dos grandes exponentes de nuestro Club, que una vez más se empinan por las altitudes de nuestra cordillera central demostrándonos todo lo que tienen por entregar en su pasión por las montañas. Es de esperar podamos ir compartiendo gradualmente estas bellas experiencias entre quienes tienen ya años de recorrido y los que estamos comenzando a dar los primeros pasos en la Alta Montaña. Un agradecimiento especial por el apoyo prestado a través de fotografías, las cuales sin duda nos ayudaron luego a orientarnos mejor en nuestro propio recorrido.

Gran final de mes, dos cordadas del Club Andino Rancagua, de dos personas cada una, nos han dado el regocijo de un "San José, 2 x 2". Todo un clásico, logrado de la mejor manera.

Rodrigo Aliaga Sazo
Socio CAR

1 comentario:

Anónimo dijo...

...simplemente extraordinario. mis mas sinceras felicitaciones.

Mis saludos CRISTINA Y RODRIGO .

Un bello abrazo
pzorro